Sonambulismo: cuando el cerebro duerme y el cuerpo está activo

El sonambulismo es un trastorno del sueño que se caracteriza porque las personas caminan o realizan alguna otra actividad estando dormidas.

 

 

¿QUE ES EL SONAMBULISMO?

Se dice que una persona es sonámbula cuando en ocasiones, se levanta dormido en medio de un sueño, hablan con los ojos abiertos, pero sin posibilidad de que otra persona pueda comunicarse con él, pues su estado, en realidad, es de inconsciencia, pueden hacer diversas actividades más o menos complejas, sin tener conciencia de ellas al día siguiente, pues estaba dormido. Es considerado una conducta anormal,  un trastorno del sueño que se incluye dentro del grupo de Parasomnias, se llama sonambulismo.

El acto de deambular se da mayoritariamente en la primera mitad de la noche, que es cuando se produce la fase más profunda del sueño, en la fase No-REM N3, donde hay mayor lentificación de la actividad cerebral.

El secretario del Comité español de Acreditación en Medicina del sueño, Francisco Javier Puertas, explicó que el paciente que sufre sonambulismo tiene un despertar incompleto, donde su cerebro no ha despertado del todo, pero es capaz de realizar conductas complejas de forma automática y  el paciente vuelve de nuevo a dormirse sin recordar lo ocurrido. Los episodios suelen durar normalmente 10 minutos y no suelen presentarse a diario.

El sonambulismo suele ser más frecuente en niños que en adultos y se suele superar antes de los 10 años. Se calcula que aproximadamente el 40 % de las personas han tenido algún episodio de sonambulismo en la infancia, pero pocas son sonámbulas en la edad adulta. Tan solo un 3% de adultos lo padecen y es más habitual en varones. Puede desencadenarse por situaciones estresantes en los niños, la falta de sueño, cambio de entorno, y algunas enfermedades que alteran la continuidad del sueño. Una importante causa del sonambulismo es también el factor genético. La probabilidad de que un niño sea sonámbulo puede llegar hasta el 45% si uno de los padres lo es, y puede superar el 60% si lo sufren los dos. El sonambulismo no se puede predecir pero estos factores pueden propiciar los episodios.

 

Tan sólo un 10% de adultos padecen sonambulismo y es mas habitual en los varones

 

En cuanto a la creencia de no despertar a un sonámbulo, se considera que la mejor forma de actuar con los sonámbulos es reconducirlos a su cama hablándoles suavemente, sin despertarlos, pues el paciente lo haría en un estado de confusión, lo que podría asustarlo y ponerlo nervioso. Normalmente al día siguiente no recordará nada de lo ocurrido, ya que el cerebro estaba dormido.

 

¿Cuáles son los síntomas de los episodios de sonambulismo?

-Los afectados se levantan de la cama y caminan sin ser completamente conscientes de lo que les rodea

-Mantienen los ojos abiertos, una mirada perdida y su expresión facial permanece ausente

-Presentan dificultades para despertar durante el acto de sonambulismo

No recuerdan lo ocurrido durante el episodio

Pueden hablar y responder de forma ininteligible, sin significado

-Las personas que padecen  sonambulismo no sufren de ningún otro tipo de desorden físico o mental, ni demencia de algún tipo

 

ALGUNOS MITOS SOBRE EL SONAMBULISMO

-Existe el mito de que no debe despertarse al sonámbulo porque es peligroso y puede morir, sufrir un patatús o volverse loco, lo que puede pasar en realidad, es que si se le despierta, se sienta confuso y asustado.

-Si se dan algún golpe no sienten dolor, nada más lejos de la realidad, lo que si ocurre es que al día siguiente no recordará nada.

-La creencia de que un sonámbulo camina con los ojos cerrados y los brazos estirados al frente, el sonámbulo tiene los ojos abiertos y es lo que le permite esquivar obstáculos, aunque no ve como cuando está despierto y los brazos extendidos tampoco es real.

-Existe también el mito de que el niño sonámbulo no corre peligro porque coordina perfectamente sus movimientos. Esto es falso, se tienen que tomar medidas preventivas al respecto en los hogares donde exista un niño que padezca episodios de sonambulismo, tales como no acostarlo en una cama alta, poner barrera de seguridad a las escaleras, no tener objetos punzantes o que puedan hacer daño a su alcance, cerrar con llave la puerta de la casa y de los sitios donde pueda haber riesgos(la cocina por ejemplo). Son muchos los casos de personas que incluso han salido de sus casas sin ser conscientes y han llegado a caminar varias calles, con el peligro que ello conlleva, al no tener la lucidez necesaria sobre lo que hace.

 

Deben adoptarse medidas de seguridad para que el sonámbulo no se haga daño ni pueda realizar actividades peligrosas

-Los sonámbulos no recuerdan nunca los episodios nocturnos: Aunque la mayoría de los sonámbulos no los recuerdan, lo cierto es que no en todos los casos es así. Hay algunos que si lo hacen, al menos parcialmente, sobre todo personas adultas. La explicación científica es que hay partes del cerebro funcionando y otras apagadas, y en cada persona esto se da indistintamente.

-Otra cosa que se creía cierta era que su comportamiento era automático, pero también se ha desmentido, y es que muchas veces responden a un motivo lógico que pueden explicar al despertar, aunque a veces no suele ser tan lógico en la realidad como en el sueño.

 

ACTIVIDADES MÁS COMUNES DEL SONAMBULO

-Deambular por la casa

-Ir al refrigerador y coger comida

-Servirse café

-Cambiarse de ropa

– Mover muebles y objetos

-Aparte existen otras actividades menos comunes y un tanto extraordinarias como es el caso de Lee   Hadwin, un pintor británico, crea obras de arte que cuestan millones…pero solo mientras duerme.

 

La persona estando dormida, se levanta de la cama y deambula. Puede llegar a salir del dormitorio y realizar actividades automáticas como vestirse, lavarse, comer,

 

CONSEJOS PARA HACERLE FRENTE

Al igual que no existen causas sólidas tampoco hay un tratamiento específico para el sonambulismo. En la mayoría de los casos se puede ayudar con unas medidas preventivas.

-Mejorando la higiene del sueño, mantener horarios de sueño regulares ayudará a los pacientes al igual que dormir las horas suficientes, la falta de sueño contribuye a menudo al sonambulismo.

-Tratar de bajar los niveles de estrés, técnicas de relajación o técnicas alternativas como yoga o hipnosis si los sonámbulos son adolescentes o adultos pueden ser eficaces.

Evitar las bebidas alcohólicas y estimulantes, en los niños asegurarse de que vayan al baño antes de acostarse, una vejiga llena puede provocar el sonambulismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como sobrevivir a una noche sin dormir

 

La falta de sueño no sólo afecta a nuestra vida laboral, también a nuestra salud

 

Pasaste una noche sin dormir y debes sobrevivir el resto del día sin quedarte dormido.

Pasar noches sin dormir tiene efectos perjudiciales para la salud. Bien sea por ocio, por insomnio o por alargar más las horas laborales, muchas veces hacemos del horario nocturno, el que debiera ser para dormir, un horario flexible al que echamos mano según las necesidades o gustos. Desde luego no es recomendable y debemos evitarlo y hacer que sean pocas las excepciones a la norma.

Tras una noche sin dormir, lo mejor es descansar, si esto no fuera posible y tuviéramos que cumplir con nuestro horario de trabajo  hemos recopilado unas sugerencias científicas para poder mantenerse despierto y activo tras una noche en vela.

 

Consejos Para sobrevivir a una noche sin dormir:

Levantarse cuando suene el despertado es primordial, querer recuperar las horas de sueño por la mañana no es la mejor opción. Aunque nos resulte muy difícil, debemos ponernos en pie siguiendo la rutina de todos los días. Dormir en horas que normalmente solemos estar activos perjudica el reloj interno. De esta forma al llegar la hora de acostarnos tendremos sueño y podremos recuperar el horario normal que se había visto interrumpido.

Una ducha matinal, con agua tibia, que tienda más bien a fría, estimulará nuestra circulación sanguínea y despertará los músculos,  hará que espabilemos para empezar el día tras esa noche sin dormir.

 

Una ducha tibia ayudará a combatir el sueño y cansancio

El desayuno nos ayudará a mejorar el estado de ánimo. La cafeína es un buen aliado para luchar contra el cansancio, un buen café o también un té rico en teína nos ayudará a pasar mejor la mañana. No conviene abusar tampoco, nos puede causar nerviosismo y no nos ayudará a concentrarnos.  Es conveniente evitar el azúcar, esta nos subiría el índice glucémico con rapidez, el nivel de energía se disparará para después caer empicado y podría producir más sueño. Ingerir proteínas sin embargo nos mantendrá en alerta, una buena opción sería comer huevos, carne, nueces y yogur griego. Nos darán sensación de saciedad y mantendrán la energía suficiente durante todo el día.

Hidratarse es muy importante, es recomendable beber agua o bebidas hidratantes a lo largo de todo el día. La deshidratación, aunque sea leve hará que los síntomas de la falta de sueño se manifiesten y se sienta cansancio, sueño y dificultad para concentrarse en las tareas. No beber alcohol ya que esto ayudaría a una más pronta deshidratación.

Renuévate con la luz del sol, subir persianas y correr cortinas, la luz activa el organismo. A primera hora nos dará energía para comenzar la jornada y si se puede trabajar cerca de una ventana o hacer descanso con cierta frecuencia al aire libre ayudará a combatir el sueño tras la noche sin dormir y aumentará el estado de alerta..

En el trabajo es buena idea clasificar, si pudiera ser, las tareas. Las de mayor dificultad por la mañana y las más sencillas por la tarde ya que los ritmos circadianos naturales del cuerpo están más lentos y el cansancio será más acusado.

Hacer algo de deporte por la mañana, preferentemente temprano, el ejercicio nos estimulará.

 

El deporte a primeras horas de la mañana será un aliado

Se recomienda interactuar con la gente, charlar un poco con algún compañero, 10 minutos de conversación ayudan a experimentar un aumento en las funciones cognitivas, como la atención y el pensamiento flexible. Levantarnos del puesto del trabajo, caminar un poco al aire libre, evitar la pasividad para que la somnolencia no se vaya apoderando de nosotros.

El cuerpo tiene un bajón natural a las 6 u 8 horas después de despertarse. Es muy tentador en este momento un rato de siesta, esto después de una noche sin dormir puede empeorar el estado y despertarnos peor que antes de dormirnos. En el supuesto que el cansancio sea ya agotador se puede dormitar en un lugar no muy cómodo 20 minutos o media hora como mucho, esto refrescará la mente y dará energía para terminar la jornada. Aunque también pudiera ocurrir que lejos de favorecer el rendimiento intelectual, al mejorar la alerta, la capacidad psicomotriz y disminuir la sensación subjetiva de somnolencia nos despertemos con sensación de necesitar dormir más, de encontrarnos destrozados y vencidos.

 

Las últimas horas de la jornada pueden llegar a ser agotadoras

Llegado este punto si se puede salir antes del trabajo sería lo mejor, el trabajo que podamos hacer en esas condiciones seguramente no sea el que debiera.

Estos consejos están enfocados a una noche trasnochada, no es recomendable que la falta de sueño sea la regla y no la excepción. No dormir cansa más que una maratón.

Cuando trabajamos sin haber dormido las horas necesarias nos encontramos irritable y no rendimos igual. Esto quiere decir que los tiempos de reacción aumentarán y es posible que nos olvidemos de muchas cosas. Y más importante todavía no descansar lo suficiente tiene muchas consecuencias graves para nuestra salud. Comenzar el día tras una noche sin dormir, también.

La buena noticia al acabar esta ardua jornada es que las posibilidades de pasar una buena noche de sueño reparador futura se han multiplicado.

 

¿Cuando cambiar el colchón?

Blog-cuando-cambiar-el-colchon

Cambiar el colchón está demostrado que incide en una mejora de calidad del sueño. Tener un colchón, una base o una almohada inadecuada o en mal estado puede hacer que el descanso no sea el adecuado y la postura que adoptemos no sea la correcta. Un buen descanso influye en nuestro estado físico y psicológico.

Cambiar el colchón no es un tema que debamos dejar olvidado, a los españoles todavía nos cuesta asimilar que es un elemento que incide directamente en nuestra salud, que el colchón tiene una edad de jubilación y que es necesario que lo revisemos y que escuchemos a nuestro cuerpo cuando nos esté dando señales de aviso.

Por ello queremos contribuir a concienciaros de la importancia de estos tres elementos para nuestro bienestar y salud.

Los colchones tienen una vida limitada y es aconsejable cambiarlos cada cierto tiempo, desde la Asociación española de la Cama (ASOCAMA) aconsejan no más de 10 años y en numerosos casos es necesario antes.

Vamos a dar unos consejos para que sepáis si necesitáis cambiar el colchón.

– Si tiene más de 8 años, dependiendo de la gama y el uso recibido puede variar hasta 10 años. No todos duran igual. Aunque parezca que está en buen estado el exterior, sus componentes internos van deteriorándose, perdiendo consistencia y grosor y ofreciendo un soporte no adecuado para un saludable descanso.

– Puede bastar a veces con observarlo para ver señales de mal estado que nos indican que es necesario sustituirlo. La superficie tiene que ser uniforme, si tiene caída o se hunde en alguna parte el colchón está desgastado.

– Tumbarse en el colchón y moverse para distintas partes, si notas ruidos, roces de muelles o diferentes soportes o hundimientos en alguna parte. desplazamiento cuando se duerme acompañado hacia el centro.

– Si te levantas cansado habitualmente, sin energía, con dolores de cuello o espalda o si das muchas vueltas y no encuentras postura cómoda, ese colchón no te ofrece el confort que tu cuerpo necesita.

– A veces un cambio de vida, aumento de peso, dormir acompañado, ciertas enfermedades o embarazo también es motivo para analizar el colchón en el que dormíamos anteriormente a estos cambios y si es el adecuado para los nuevos hábitos y morfologías del durmiente o durmientes. Puede que en la nueva situación el colchón no ofrezca el apoyo y confort adecuado. Es buen momento para cambiar el colchón.

La higiene es un punto primordial, algunos colchones a simple vista nos dan imagen ya de mal estado pero en otros casos que han recibido un adecuado uso y han sido protegidos correctamente pueden darnos una imagen de tapicería impoluta, pero está comprobado que el colchón está sometido a mucha transpiración de los cuerpos y numerosas células muertas de nuestra piel llegan a sus acolchados, polvo, humedades etc. todo esto va creando un nido de bacterias y ácaros con el paso del tiempo, haciendo del colchón un estado higiénico poco saludable.

 

Los colchones que no son confortables tienen impacto en nuestro sueño

Con lo dicho ya sabéis cuando es saludablemente recomendable cambiar el colchón.

Además ¿Sabéis que está demostrado que el 87% de las personas que compran un colchón nuevo está satisfecha con el impacto en la calidad de su sueño?

Queremos ayudaros a tener:

¡¡¡Felices Sueños!!!