La hipersomnia y su tratamiento

La hipersomnia es el síntoma consistente en tendencia al sueño en situaciones anormales. Es decir, es una facilidad excesiva para conciliar el sueño durante el día, en situaciones que a la mayoría de las personas no le sucede. Es también conocida con el nombre de somnolencia diurna excesiva. Es un problema poco valorado por muchos, cuando su influencia sobre el rendimiento puede ser negativa. Se trata de una disomnia, un tipo de alteración del sueño que afecta en el horario, cantidad y calidad del sueño. Presenta problemas de concentración, de memoria, del humor y repercute en las actividades de la vida diaria. Conlleva un deterioro social, laboral o de familia y otras áreas de la actividad del individuo.

Se estima que la hipersomnia afecta, aproximadamente, a un 4-6% de la población. Es una queja común que muchas veces no es identificada, ni siquiera por quién la padece. Suele confundirse con cansancio o fatiga, y su origen puede ser muy diverso.

¿COMO AFECTA LA HIPERSONNIA A LA PERSONA?

En la hipersomnia el sujeto en cuestión se mantiene somnoliento gran parte del día y suele costarle despertarse tras largos períodos de sueño o que incluso puede durar nueve o más horas. Y si se toma siestas durante el día estas no alivian la somnolencia. El descanso nocturno no suele ser reparador, prolongado y continuo. Por la mañana les cuesta despertar, mostrando a veces una actitud agresiva o violenta y sensación de embriaguez durante los primeros minutos.

A nivel orgánico puede generar cambios y debilitamiento del sistema inmune.

TRATAMIENTO DE HIPERSOMNIA

La medicina del sueño recurre a dos tipos de tratamientos:

Por una parte existe el tratamiento farmacológico. El especialista del sueño puede recetar medicamentos específicos para ayudar al paciente a mantenerse despierto por más tiempo.

Por otra parte el tratamiento no farmacológico. (terapia personal, técnicas psicológicas, yoga, terapias con plantas medicinales, deporte).Cambio de patrones de sueño con técnicas que le ayuden a despejarse. También técnicas que le hagan más fácil mantener la concentración.

Son muy importantes las técnicas de higiene del sueño, mediante ellas el paciente establece unas condiciones más propicias para un mejor descanso.

Así pues, la hipersomnia es una condición médica o psicológica que puede ser tratada.

Cada caso y cada causa requiere un método u otro, aunque en muchas ocasiones lo más recomendable es la combinación de ambas.

Claves para cuidar tu higiene del sueño

Claves para cuidar tu higiene del sueño

Claves para cuidar tu higiene del sueño

Con la llegada de las fiestas de Navidad, las vacaciones, las comidas y cenas copiosas… ¡Para muchas personas es imposible descansar de forma adecuada! Por eso cuanto más varíe nuestra rutina diaria más se debe cuidar la higiene del sueño. ¿Cómo? ¡Te lo contamos en ColchonVip®!

¡Ponte a hacer ejercicio!

Estarás cansado de leer en distintos ámbitos que el deporte es la solución para la mayoría de los problemas de peso o alimentación, y por supuesto, también para los problemas de insomnio. Realizar alguna actividad deportiva a lo largo del día, evitando las horas antes de ir a dormir, ayuda de manera directa a reducir el riesgo de padecer apneas del sueño o el insomnio.

Evita este tipo de alimentos y bebidas

Para descansar de forma correcta puedes animarte también a modificar tu alimentación evitando la cafeína, teína, las bebidas alcohólicas, comida picante o grasienta, carnes rojas y cereales. Consumir alguno de estos alimentos y bebidas antes de dormir puede producir una digestión mucho más pesada de lo habitual y dificultar el descanso. ¡Tampoco hace falta que dejes de cenar en Nochebuena, pero evita saturarte!

Vacía tu mente antes de dormir

Irse a dormir con preocupaciones no ayuda a nadie y menos a tu descanso. Trata de ocuparte en alguna práctica de meditación o relajación.

Prepara tu habitación

Aunque en época de fiestas es un poco difícil tener un ambiente 100% calmado es imprescindible que en tu hogar durante ciertas horas no haya un ruido excesivo y que tu habitación esté libre de aparatos electrónicos o luces intensas. Y es que la decoración de tu casa también influye notoriamente en tu sueño, por eso intenta cuidar la iluminación, los colores y los tejidos que utilizas.

Cuida tus patrones de sueño

Acostarse y levantarse en horas similares es una rutina perfecta para cuidar de tu pernocta. No hace falta que sigas un horario estricto, pero evita que varie drásticamente de un día a otro. ¡Tu cuerpo se adapta muy rápido!

Hazte con una cama perfecta

Por supuesto entre estas recomendaciones no puede faltar… ¡un señor colchón! De esos en los que te tiras y sientes que te has acostado directamente en las nubes. ¿No tienes uno en casa? Contacta con nosotros y te enseñaremos nuestras distintas líneas y modelos para que nadie ni nada te impida tener un descanso de calidad.

EL SUEÑO EN EL VERANO

El sueño en el verano

Como dice el refranero español, que a mí me gusta y lo considero muy sabio: “Junio lluvioso, será un verano caluroso”. Y eso es lo que se pronostica para este verano y se cumplirá el sinónimo de verano y buen tiempo, también vacaciones, sol y, en definitiva, alegría. La llegada de los meses de calor se relaciona directamente con el buen humor y la felicidad. Sin embargo, las altas temperaturas no van siempre de la mano con un estado de ánimo positivo, sino en ocasiones puede ocurrir todo lo contrario. Según los expertos, los picos de calor que sufrimos en el período estival pueden provocar cambios de humor que afectan a nuestra irritabilidad y generar apatía, cansancio e incluso tristeza. Y es que es muy habitual en verano dar vueltas y vueltas en la cama durante la noche sin poder pegar ojo, y el resto del día sufrir las consecuencias de ello.

Tras ese mal sueño de las noches de verano y la “pesadez” del día se esconden decenas de procesos químicos y biológicos que ocurren en el interior de nuestro cuerpo.

¿Qué nos sucede las noches de verano?

Verano y sueño es el eterno problema. Las altas temperaturas suelen provocar la falta de sueño. Sin embargo los expertos aseguran que la fatiga por sueño se puede evitar teniendo una buena higiene en el sueño. Es indiscutible que las noches calurosas de verano, los malos hábitos que se instalan en el día a día. En verano los horarios se descontrolan. Comemos a distintas horas, alargamos las tardes-noche en las terrazas y tratamos de aplacar el calor con bebidas (alcohol o refrescos con cafeína) que no favorecen nada a un correcto descanso. Todo esto desregula nuestros biorritmos habituales y nos complica el sueño y aumenta los problemas para dormir. Es por ello que se recomienda tener presente las normas de higiene del sueño válidas para cualquier época del año.

El sueño está directamente relacionado con la secreción de una hormona denominada melatonina que se segrega durante la noche. Al haber más horas de luz, la melatonina que producimos disminuye y es más difícil conciliar el sueño. También influye la temperatura: a más temperatura corporal menos producción de melatonina. Cuanto más baja una, más se produce la otra.

Durante los meses de verano, las altas temperaturas son una de las principales causas de insomnio. De hecho la calidad del sueño disminuye a partir de los 26 grados.

¿Cómo funciona la temperatura corporal durante el sueño?

La temperatura corporal depende del ritmo del ciclo de sueño-vigilia, la cual disminuye al dormir por la noche y aumenta durante el día.

Es más probable conciliar el sueño cuando la temperatura corporal disminuye, y es poco probable lograrlo cuando aumenta. Además después de conciliar el sueño, la temperatura corporal disminuye aún más. Sin embargo cuando las temperaturas nocturnas son elevadas, la pérdida de este calor interno se ve dificultada y en consecuencia también lo hace el sueño.

En resumen, si se duerme mal hay que tener en cuenta el ambiente térmico y hacer los cambios necesarios para descansar mejor.

La exposición a temperaturas más elevadas durante la noche puede ser especialmente perjudicial para las personas de elevada edad. Estos suelen despertarse fácilmente, incluso con exposiciones leves al calor y cuentan además con una tolerancia al calor ya reducida.

Está demostrado que las altas temperaturas afectan a múltiples aspectos del sueño, dando lugar a los siguientes padecimientos:

  • Peor duración del sueño
  • Sueño poco profundo
  • Menor tranquilidad para dormir
  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Menor satisfacción del sueño.

La Fundación Nacional del sueño sugiere que la temperatura ideal para la habitación oscila entre los 15,5 ºC y los 21 ºC.

Es necesario evitar las temperaturas extremas, ya que esto podría activar los mecanismos de defensa reguladores que lo despiertan por la noche.

En otro artículo de nuestro Blog, os damos unos consejos para ayudaros a bajar la temperatura del dormitorio, la cama y también del durmiente.

Tener presente también que un buen conjunto de descanso con buena ventilación es determinante para encontrar la temperatura perfecta para el descanso.

Siguiendo estas indicaciones podemos conseguir un mejor descanso durante el verano y así mantener nuestro cuerpo saludable

Como el dormir en un colchón viejo afecta a la salud

El descanso es parte primordial de la vida porque a través de él reponemos energías y se llevan a cabo muchas actividades, que regulan y restauran el cuerpo diariamente.

Muchas personas ignoran las consecuencias de dormir en un colchón viejo. Tanto médicos como asociaciones y profesionales del descanso coinciden en que no dormir bien ni dormir las horas necesarias por la noche ocasiona perjuicios para la salud, haciendo a las personas más propensas a desarrollar enfermedades. 

A lo largo de nuestra vida, pasamos un tercio de ella durmiendo, es por ello que debemos cuidar la calidad de nuestro descanso. El colchón es el componente fundamental para conseguir un descanso correcto. Sin embargo, muchas personas pasan por alto su importancia y siguen usando un colchón viejo, que no proporciona el soporte y comodidad adecuada.

El colchón como todas las cosas también tiene una vida útil. Con el paso de los años el colchón pierde resistencia y comodidad. Asocama recomienda cambiarlo cada 8 ó 10 años. Este periodo muchas veces se ve acortado dependiendo de la calidad del colchón.

Vamos a deciros una serie de problemas de salud ligados muchas veces a dormir en un colchón viejo.

  • Molestias y dolores: Cuando un colchón pierde el confort y la amortiguación se adoptan posturas incorrectas que afectan directamente a los músculos, sufren los ligamentos, tendones, articulaciones y la columna vertebral, dando lugar a molestias y dolores de cuello y espalda.
  • Alergias: El colchón es un nido de ácaros y bacterias que pueden provocar alergias y crisis de asma. Es necesario seguir las necesarias normas de limpieza y mantenimiento para disminuir este riesgo. En un colchón pueden habitar gran número de ácaros, hasta dos millones, estos se alimentan de restos de descamación humana, de cabello y uñas. Concretamente se alimentan de 50 millones de escamas cutáneas que eliminamos mientras dormimos. En efecto 0,25gr. de escama puede alimentar a varios millones de ácaros durante 3 meses. Y además estos se reproducen a una velocidad vertiginosa. A lo largo de la vida útil del colchón, aun realizando un buen mantenimiento se acumulan abundantes ácaros y bacterias. Es por ello que es un motivo para no alargar la vida del colchón más de lo aconsejado.
  • Afecciones de corazón: Los ataques al corazón y los accidentes vasculares suelen darse a primeras horas de la mañana. Esto puede ser porque el sueño ha interactuado con los vasos sanguíneos. El no dormir bien incrementa estos efectos.
  • Estrés y problemas de memoria: El no dormir bien resta bienestar, el cuerpo entra en un estado de estrés para protegerse de los agentes externos, es decir, el organismo está en alerta máxima. Esto hace que la presión arterial sea alta y que los ataques cardíacos sean más propensos.
  • Insomnio: Si dormimos sobre un colchón viejo y desgastado vamos a dar más vueltas en la cama buscando una posición más confortable. Como consecuencia los patrones del sueño se verán alterados y cuando nos levantemos de la cama al día siguiente nuestro cuerpo estará fatigado y como consecuencia sentiremos cansancio. Si esto se repite noche tras noche se llegará a sufrir todos los problemas asociados al insomnio. Este puede provocar mayores problemas en la salud ya que puede afectar directamente el sistema inmune y bajar las defensas.

Como veis conviene revisar vuestro colchón y aseguraros que está en unas buenas condiciones, no debemos renunciar a un buen descanso, la salud nos va en ello. Y hacer lo que esté a nuestro alcance para conservar la de nuestros hijos es un acto de amor.

Salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad” (OMS)

Leer antes de dormir: Beneficios saludables

 

Un libro tu mejor compañero de viaje al mundo de los sueños

 

Debido al estrés que vivimos el día a día es muy normal que la mayoría de las personas no saquen tiempo libre para dedicar a la lectura. Suele ser la noche el único momento disponible para hacerlo.

Pero ¿Es bueno leer antes de dormir?

“La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo” esto lo dice el escritor inglés Joseph Addison.

Leer antes de dormir es bueno, tiene muchos beneficios y todo son ventajas. En los momentos previos a dormir lo ideal es relajarse y desconectar del mundo y las preocupaciones.

Muchos de nosotros tenemos el hábito de ver la televisión o consultar nuestro móvil antes de dormir y lo consideramos más atractivo que leer un libro. Se hace a pesar de que recientes estudios demuestran que manipular cualquier dispositivo electrónico con pantalla digital antes de dormir puede interrumpir el buen descanso. Está demostrado que el 39% de los que ven la televisión en la cama duermen mal la mayoría de las noches, al igual que el 16% de los que revisan las redes sociales antes de dormir. Por el contrario, el 39% de las personas que tienen el hábito de leer antes de dormir, duermen muy bien.

 

La lectura es una excelente arma contra el insomnio y el estrés

 

Hay estudios que confirman que la mejor terapia para conciliar el sueño es tener una buena pila de libros cerca de la cama. Existen numerosas investigaciones que analizan los beneficios de la lectura en muy diversos ámbitos.

Aparte de todos estos estudios existe otro realizado en 2009 por investigadores de la Universidad de Sussex que mostró que tan solo seis minutos de lectura puede reducir el estrés un 68%; siendo más relajante incluso que escuchar música, salir a caminar o tomar una taza de té, lo que convierte esta actividad en un hábito idóneo para despejar la mente y preparar el cuerpo para el sueño. Esto se debe a que la mente humana es capaz de concentrarse tanto en la lectura que la distracción que supone ser transportado a un mundo literario tiene la capacidad de aliviar tensiones en los músculos y el corazón.

A esta conclusión se llegó después de monitorizar los niveles de estrés y la frecuencia cardíaca tras la realización de una gran cantidad de actividades que supuestamente son relajantes. Escuchar música redujo los niveles en un 61%, tomar una taza de té un 54%, dar un paseo un 42% y jugar videojuegos un 21%. Frente a esto sólo seis minutos de lectura silenciosa tenían la capacidad de reducir los niveles de estrés en un 68%, consiguiendo ralentizar el ritmo cardíaco y aliviar las tensiones en los músculos.

El razonamiento de David Lewis, psicólogo y autor del estudio, es que un libro es “más que una mera distracción, es un estado en el que la imaginación participa de forma activa” algo que “te hace entrar en un estado alterado de conciencia”. Y poco importa en realidad el tipo de libro que sea, siempre y cuando tenga ese efecto absorbente.

Pocas cosas pueden ser más negativas que irnos a la cama pensando en las preocupaciones del día, enfadados o recordando las tareas pendientes para el día siguiente. Un modo de romper con este ciclo de preocupaciones es a través de un libro.

 

Leer antes de dormir tiene sorprendentes beneficios

 

Leer antes de dormir limpia nuestra mente, nos obliga a concentrarnos en una sola cosa, despierta nuestra imaginación y nos ayuda a entrar en un estado de conciencia plena. Cuando la mente se evade adentrándose en la lectura, la tensión se desvanece, el cuerpo se relaja y nos preparamos para el descanso. Todo esto repercute en que, finalmente, gozaremos de una mayor calidad de sueño.

Las rutinas previas al descanso nocturno determinan en muchos casos nuestra calidad de vida. Leer antes de dormir ha sido una tradición milenaria y habitual, en los últimos tiempos se ve amenazada y en peligro de extinción con la presencia de otros hábitos menos saludables. Leer antes de dormir es una forma sencilla de sentirnos felices y a la que no deberíamos renunciar. Leyendo antes de dormir, optimizaremos nuestros procesos cerebrales, reduciremos el estrés, estimularemos la memoria, la agilidad mental, la imaginación, la concentración. Estas actividades nos ayudan a prevenir enfermedades mentales como el alzheimer y además dormiremos mejor.

Que lo último que hagas en el día sea estar con un libro puede ser muy beneficioso. El sueño es fundamental, nos hace descansar la mente y limpiar el cerebro de elementos tóxicos acumulados durante el día. La lectura antes de dormir nos ayudará a mejorar nuestra salud mental

De la misma forma podemos ayudar a los niños a conciliar el sueño. Cuando son bebes cantarles una nana o canciones de cuna les trasladaba mágicamente al mundo de los sueños. La lectura de los cuentos tiene el mismo efecto en los niños, es como un bálsamo inductor del sueño. Además una oportunidad de compartir actividad con los hijos. Leer un cuento es relajante y les ayuda a conciliar el sueño. Incluirla en sus rutinas diarias es prepararles para el sueño y suele ser algo que les gusta a nuestros niños.

 

Momentos de intimidad, creatividad y entretenimiento y parte de la rutina para dormir

 

Leer antes de dormir es una de las rutinas más recomendadas para que nuestro cuerpo sepa que ha llegado la hora de dormir. Establecer este tipo de acciones es una práctica beneficiosa para combatir el insomnio. Si se siguen las recomendaciones para una buena “higiene del sueño” y se marca la lectura como última actividad del día se dormirá mejor y estaremos cultivando un hábito muy saludable.

No dudemos entonces en practicar esta saludable actividad cada noche, la salud nos lo agradecerá, cojamos un libro de papel (no electrónico) y dejemos volar nuestra imaginación hasta caer en los brazos de Morfeo…y además, siempre podremos corroborar el dicho de que “nunca te acostarás sin saber algo más”