6 Beneficios de un sueño reparador.

6 Beneficios de un sueño reparador

logo corazón solidarioDormir, el mejor alimento.
Todos se lo hemos oído a nuestras abuelas: «dormir alimenta».
Es verdad.
Y no solo eso: Hace que recuperemos la energía perdida durante el día, mejora nuestra creatividad, nos hace tener mejor aspecto, mejora nuestro aprendizaje, nos alarga la vida y tiene un clarísimo efecto cardiosaludable al rebajarnos la tensión y el estrés.
Pero para los niños, el sueño supone mucho más que eso. El sueño, junto con la alimentación, es la mejor medicina para su salud.

Mejora la creatividad.
Dormir bien, según la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), ayuda a consolidar la memoria y favorece la aparición de ideas más creativas.

Nos embellece.
Dormir bien nos hace objetivamente más guapos, según un estudio del Instituto Karolinska, de Estocolmo (Suecia).

Se aprende más.
El aprendizaje de tareas complejas aumenta hasta un 7% cuando dormimos bien, según la Universidad de Ontario (Canadá).

Adelgaza. La falta de sueño aumenta hasta en un 1,4% el índice de masa corporal del insomne.

Alarga la vida. El riesgo de muerte prematura crece un 12% si se duerme menos de seis horas diarias, según un estudio de ‘Sleep’.

La siesta es cardiosaludable.
Las ‘cabezaditas’ rebajan la tensión arterial y el estrés, según ‘International Journal of Behavioral Medicine’.

Dormir bien no es, por tanto, ningún capricho. Y si algún padre lo piensa que recuerde este dato: Durante el primer año de vida de un niño, sus padres pierden una media de entre 400 y 700 horas de sueño cada uno. ¿Y cómo se encuentran? Cansados, abatidos, frustrados... Pues si así se encuentra un adulto, imagínese cómo estará un niño que no duerme lo suficiente, para los niños, el sueño supone mucho más que eso.
Y es que, aunque parezca que el niño no está haciendo nada, mientras duerme recupera las fuerzas gastadas y ahorra energías que usa en que su desarrollo sea óptimo. De hecho, los niños que duermen bien ganan peso y talla más rápidamente que los que son más inquietos. ¿Por qué? Porque durante el sueño, la hipófisis segrega la hormona del crecimiento.
¿Entiende ahora por qué es cierto el dicho popular de que dormir alimenta a los niños tanto como el comer?